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El procedimiento especial para microempresas es una herramienta legal diseñada para facilitar la reestructuración o liquidación de pequeñas empresas en situación de insolvencia. Regulada en el Libro Tercero del Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC), esta normativa entró en vigor el 1 de enero de 2023 con el objetivo de agilizar los procesos para micropymes, permitiendo una resolución rápida y eficiente de los problemas financieros que puedan enfrentar.

Este procedimiento representa un cambio significativo en la legislación concursal española, ya que introduce una serie de medidas adaptadas a las necesidades específicas de las microempresas. 

¿Qué se considera una microempresa?

Para poder acogerse al procedimiento especial, es fundamental conocer qué se considera como micropyme. Son todas aquellas entidades que durante el año anterior a la solicitud del procedimiento, hayan tenido menos de 10 trabajadores de media y cuyo volumen de negocio anual no supere los 700.000€

Esta categoría incluye tanto a personas jurídicas como a personas físicas que realicen una actividad empresarial o profesional, por lo que también pueden beneficiarse de este procedimiento los autónomos en situación de insolvencia.

Requisitos para acogerse al procedimiento especial para microempresas

Para poder acceder a este procedimiento, la microempresa debe encontrarse en alguna de las siguientes situaciones:

Probabilidad de insolvencia

Se considera que una empresa está en probabilidad de insolvencia cuando, sin encontrarse en una situación crítica, existe un riesgo claro de que en un futuro próximo no pueda cumplir con sus obligaciones de pago. En estos casos, el procedimiento especial permite una reestructuración temprana para evitar que la empresa llegue a un estado de insolvencia irreversible.

Insolvencia inminente

En este caso, la microempresa todavía no ha incumplido sus pagos, pero se encuentra en una situación donde se prevé que, en un plazo muy breve, no podrá hacer frente a sus deudas. Esta situación permite acceder a medidas de reestructuración antes de que la insolvencia sea evidente.

Insolvencia actual

Cuando la empresa ya no puede cumplir con sus obligaciones de pago y ha caído en una situación de insolvencia efectiva, puede acogerse a este procedimiento para ordenar su liquidación de manera eficiente y minimizar las pérdidas.

Fases del procedimiento especial para microempresas

Este procedimiento se divide en dos grandes fases que permiten adaptar la solución a las necesidades específicas de la microempresa en crisis:

Fase de continuación

La primera opción que ofrece este procedimiento es la fase de continuación, la cual busca preservar la actividad de la empresa a través de una reestructuración de sus deudas y recursos. Para ello, la microempresa debe presentar un plan de continuidad que contemple medidas concretas para recuperar su estabilidad financiera.

En esta fase, la empresa sigue operando bajo la supervisión de un administrador concursal o de los acreedores, quienes deben aprobar el plan de reestructuración. La negociación con los acreedores es clave, ya que el éxito de la fase de continuación dependerá de la aceptación del plan propuesto.

Fase de liquidación

Si la microempresa no puede sostener su actividad y la fase de continuación no es viable, se activa la fase de liquidación. En este caso, se procede a la realización de los activos de la empresa para el pago de las deudas pendientes.

La liquidación se lleva a cabo de manera ordenada, dando prioridad al pago de los acreedores según el orden establecido por la ley. En este proceso, las subastas extrajudiciales pueden jugar un papel clave para maximizar el valor de los activos y acelerar la liquidación de la empresa.

Beneficios del procedimiento especial para microempresas

Este procedimiento introduce una serie de ventajas respecto a los procesos concursales tradicionales, adaptándose a las necesidades específicas de las microempresas:

Simplicidad y rapidez

El procedimiento especial está diseñado para ser más ágil y menos burocrático, reduciendo los tiempos de tramitación y los costes asociados. Esto permite que las micropymes en crisis puedan acceder a una solución rápida sin enfrentarse a procesos complejos y prolongados.

Flexibilidad

A diferencia de los procedimientos concursales tradicionales, este mecanismo ofrece mayor flexibilidad para adaptar las soluciones a la situación concreta de cada empresa. Ya sea mediante la continuación o la liquidación, la microempresa puede elegir la vía que mejor se adapte a sus necesidades.

Reducción de costes 

Al simplificar la tramitación y eliminar ciertos requisitos burocráticos, se reducen los costos asociados al procedimiento, facilitando el acceso a las entidades que no cuentan con grandes recursos para afrontar procesos concursales costosos.

El procedimiento especial para microempresas supone una solución efectiva para aquellas pequeñas empresas que enfrentan dificultades económicas. Gracias a su estructura simplificada, permite resolver situaciones de insolvencia de manera rápida y eficiente, ya sea mediante la reestructuración o la liquidación ordenada de la empresa.

En Activos Concursales, contamos con amplia experiencia en la gestión de subastas extrajudiciales y en el asesoramiento de procedimientos concursales. Si tu microempresa se encuentra en una situación crítica, no dudes en contactarnos para recibir el asesoramiento adecuado y encontrar la mejor solución para tu caso.

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9 de enero de 2025